Hoy nuevamente celebramos la pascua, como rito cristiano que marca el paso de la muerte de Jesús a la vida, de nosotros como pecadores condenados a la salvación recibida en el Cristo, que es crucificado y muerto por nosotros, para lavarnos de toda culpa y darnos la infinita gracia de Dios en su inmenso amor.
¿Pero como celebramos este acontecimiento?
¿Como celebramos esta fiesta donde hacemos memoria y confesamos que Jesús resucitado se hace presente en su revelación y somos compelidos a hacer lo mismo en memoria de El? (1 Cor 11. 24)
Hoy en medio de un mundo globalizado, y toda la publicidad con que somos bombardeados constantemente por la comercialización, y el consumismo es fácil quedarnos pensando en los huevos de chocolate y los adornos de conejos con todo un ambiente festivo y comercial del capitalismo. Y así sentir que hemos “vivido la pascua” y que hemos agradado a muchas personas en esta fecha.
O por otro lado vivir, cada un de los ritos hechos en las diferentes iglesias, que hacen memoria de los acontecimientos, de forma piadosa dentro de una comunidad cristiana y sentir que cumplimos nuestra parte, como si fueran tareas a cumplir para ser cristiano y poder recibir en el intercambio la participación del reino.
O que solo se establece una relación personal y espiritual con Dios, al cual se trata de “comprar” con un “sacrificio” para recibir lo que se necesita, pero entendiendo que ese sacrificio generalmente hecho en dinero debe ser grande y fuerte si se quiere recibir la “bendición” y “parar de sufrir” ya que ahora la “gracia” la han convertido por algunos iniciantes de ritos en un “ministerio internacional”. Nuevamente debemos debatir a las indulgencias que niegan la gracia.
Olvidándonos de tantas personas que pasan por la misma situación de ver sus cuerpos torturados, crucificados al pasar por toda clase de vejámenes y las formas más crueles de muerte, dentro de la cual podemos incluir los que mueren de hambre, loa que mueren por enfermedades que son curables o por falta de oportunidades como el analfabetismo.
Olvidándonos de todos aquellos seres humanos que sufren prisiones injustas, de todos aquellos que son perseguidos por sus ideas o por buscarla justicia.
Olvidándonos de tantos seres humanos, muchos cerca de nosotros, que pasan por estos sufrimientos y necesidades básicas con lo cual se les niega la vida.
Olvidándonos de tantas y tantos seres humanos que viven en carne propia, en su ser, en cuerpo y alma los dolores y sufrimientos de quien es crucificado y agoniza hasta morir.
Que en la pascua se compartan los huevos de chocolate y se sigan teniendo los conejos como adornos, esto también hace parte de la construcción de culturas diferentes y el dialogo entre pueblos que es tan necesario hoy. Por que también así celebramos y vivenciamos este momento.
Pero que en verdad la pascua signifique para cada persona, cada uno de nosotros y nosotras como cristianos y como humanos hacer memoria y en tender que Jesús se hace presente en su revelación para decirnos que debemos hacer lo mismo. Porque pascua es el pasaje de la muerte a la vida, de la condenación a la salvación, de la esclavitud a la libertad, es paso de vivir todas esas situaciones de terror y dolor a la fiesta de la vida en la gracia de Dios. Es vivenciar señales del Reino y anunciar su advenimiento.
Que sea la pascua para los que tienen hambre y sed, porque Jesús tuvo hambre y sed y la sigue teniendo en cada una de esas personas.
Que sea la pascua para todos los que sufren por las injusticias economías y sociales, porque Jesús sufrió injusticias económicas y sociales y aun hoy en cada una de estas personas las sigue viviendo.
Que sea la pascua para las personas que son refugiadas y exiliadas, porque Jesús fue refugiado con su familia huyendo de la muerte y aun lo sigue siendo en cada persona que sufre esto.
Que sea la pascua para los que son perseguidos por sus ideas y sus acciones en busca de la justicia, porque Jesús fue perseguido político que lucho por la justicia y sigue siéndolo en cada una de esas personas.
Que sea la pascua para los torturados y para los desaparecidos y sus familias porque Jesús fue torturado y crucificado hasta su muerte, y aun lo sigue siendo en cada torturado y cada persona desaparecida.
Que sea la pascua para los muertos sin tumba, para sus familiares y compañeros y compañeras, porque Jesús no tenia tumba y sus familiares y compañeros y compañeras sufrieron la muerte de El también y aun hoy se repite en cada persona que es sometida a estas acciones crueles.
Que sea la pascua para todos los que sufren por las relaciones injustas hechas contrarios a los propósitos de Dios, porque Jesús sufrió por estas relaciones y nos dio la salvación con su sacrificio para que fueran superadas y creada la justicia.
Pero que también sea la pascua en cada persona que genera estas situaciones, que hace parte de los proyectos de muerte, que crea injusticias y contradice la promesa de salvación y ofende toda la creación de Dios en el ser humano, en la naturaleza y el universo. Porque Jesús también tubo a su lado personas injustas que lo persiguieron, que lo amenazaron, que lo torturaron, que le impedían hablar, que lo humillaron, que persiguieron a sus familiares y amigos, que para lo condenaron y lo asesinaron y El los perdono y los curo dejando para ellos y ellas la oportunidad de cambiar y convertirse, de ser testigos del amor y la justicia de Dios.
Que sea la pascua para cada uno y cada una de nosotros y nosotras hermanos y hermanas en Cristo, compañeros y compañeras de delirios y utopías, amigos y amigas de abrazos y sonrisas, que vivamos esta fiesta tan importante en nuestras vidas y una feliz pascua…
¿Pero como celebramos este acontecimiento?
¿Como celebramos esta fiesta donde hacemos memoria y confesamos que Jesús resucitado se hace presente en su revelación y somos compelidos a hacer lo mismo en memoria de El? (1 Cor 11. 24)
Hoy en medio de un mundo globalizado, y toda la publicidad con que somos bombardeados constantemente por la comercialización, y el consumismo es fácil quedarnos pensando en los huevos de chocolate y los adornos de conejos con todo un ambiente festivo y comercial del capitalismo. Y así sentir que hemos “vivido la pascua” y que hemos agradado a muchas personas en esta fecha.
O por otro lado vivir, cada un de los ritos hechos en las diferentes iglesias, que hacen memoria de los acontecimientos, de forma piadosa dentro de una comunidad cristiana y sentir que cumplimos nuestra parte, como si fueran tareas a cumplir para ser cristiano y poder recibir en el intercambio la participación del reino.
O que solo se establece una relación personal y espiritual con Dios, al cual se trata de “comprar” con un “sacrificio” para recibir lo que se necesita, pero entendiendo que ese sacrificio generalmente hecho en dinero debe ser grande y fuerte si se quiere recibir la “bendición” y “parar de sufrir” ya que ahora la “gracia” la han convertido por algunos iniciantes de ritos en un “ministerio internacional”. Nuevamente debemos debatir a las indulgencias que niegan la gracia.
Olvidándonos de tantas personas que pasan por la misma situación de ver sus cuerpos torturados, crucificados al pasar por toda clase de vejámenes y las formas más crueles de muerte, dentro de la cual podemos incluir los que mueren de hambre, loa que mueren por enfermedades que son curables o por falta de oportunidades como el analfabetismo.
Olvidándonos de todos aquellos seres humanos que sufren prisiones injustas, de todos aquellos que son perseguidos por sus ideas o por buscarla justicia.
Olvidándonos de tantos seres humanos, muchos cerca de nosotros, que pasan por estos sufrimientos y necesidades básicas con lo cual se les niega la vida.
Olvidándonos de tantas y tantos seres humanos que viven en carne propia, en su ser, en cuerpo y alma los dolores y sufrimientos de quien es crucificado y agoniza hasta morir.
Que en la pascua se compartan los huevos de chocolate y se sigan teniendo los conejos como adornos, esto también hace parte de la construcción de culturas diferentes y el dialogo entre pueblos que es tan necesario hoy. Por que también así celebramos y vivenciamos este momento.
Pero que en verdad la pascua signifique para cada persona, cada uno de nosotros y nosotras como cristianos y como humanos hacer memoria y en tender que Jesús se hace presente en su revelación para decirnos que debemos hacer lo mismo. Porque pascua es el pasaje de la muerte a la vida, de la condenación a la salvación, de la esclavitud a la libertad, es paso de vivir todas esas situaciones de terror y dolor a la fiesta de la vida en la gracia de Dios. Es vivenciar señales del Reino y anunciar su advenimiento.
Que sea la pascua para los que tienen hambre y sed, porque Jesús tuvo hambre y sed y la sigue teniendo en cada una de esas personas.
Que sea la pascua para todos los que sufren por las injusticias economías y sociales, porque Jesús sufrió injusticias económicas y sociales y aun hoy en cada una de estas personas las sigue viviendo.
Que sea la pascua para las personas que son refugiadas y exiliadas, porque Jesús fue refugiado con su familia huyendo de la muerte y aun lo sigue siendo en cada persona que sufre esto.
Que sea la pascua para los que son perseguidos por sus ideas y sus acciones en busca de la justicia, porque Jesús fue perseguido político que lucho por la justicia y sigue siéndolo en cada una de esas personas.
Que sea la pascua para los torturados y para los desaparecidos y sus familias porque Jesús fue torturado y crucificado hasta su muerte, y aun lo sigue siendo en cada torturado y cada persona desaparecida.
Que sea la pascua para los muertos sin tumba, para sus familiares y compañeros y compañeras, porque Jesús no tenia tumba y sus familiares y compañeros y compañeras sufrieron la muerte de El también y aun hoy se repite en cada persona que es sometida a estas acciones crueles.
Que sea la pascua para todos los que sufren por las relaciones injustas hechas contrarios a los propósitos de Dios, porque Jesús sufrió por estas relaciones y nos dio la salvación con su sacrificio para que fueran superadas y creada la justicia.
Pero que también sea la pascua en cada persona que genera estas situaciones, que hace parte de los proyectos de muerte, que crea injusticias y contradice la promesa de salvación y ofende toda la creación de Dios en el ser humano, en la naturaleza y el universo. Porque Jesús también tubo a su lado personas injustas que lo persiguieron, que lo amenazaron, que lo torturaron, que le impedían hablar, que lo humillaron, que persiguieron a sus familiares y amigos, que para lo condenaron y lo asesinaron y El los perdono y los curo dejando para ellos y ellas la oportunidad de cambiar y convertirse, de ser testigos del amor y la justicia de Dios.
Que sea la pascua para cada uno y cada una de nosotros y nosotras hermanos y hermanas en Cristo, compañeros y compañeras de delirios y utopías, amigos y amigas de abrazos y sonrisas, que vivamos esta fiesta tan importante en nuestras vidas y una feliz pascua…
Entradas
